No, amiga, la impostora no eres tú.
Los humanos somos gregarios por naturaleza. Funcionamos en tribu, y de nuestra relación con ella depende nuestra supervivencia. Aunque esta sociedad es cada vez más individualista, la biología nos hizo dependientes del contacto humano. Buscamos la aceptación del grupo para sentirnos seguras.
Nuestra tribu debe aportarnos amor, cuidado, y una estructura de reglas y valores que nos modulan. Pero a veces no sintonizamos con sus normas, o son demasiado rígidas, o poco saludables. Entonces, para conseguir aceptación, vamos contra nuestra naturaleza, transformándonos en lo que no somos, haciéndonos daño.
Últimamente, algunos posts alertan sobre prácticas que se basan en el “todo está dentro de ti”. Y esto puede ser muy perjudicial. La psicología no va de eso, va de ayudarte a descubrir que puedes encontrar mejores maneras de ser y estar.
Cuando hay falta de confianza o autoestima, cuando hablamos del síndrome la impostora, no decimos que el origen del problema esté en ti. Tú sufres las consecuencias de ciertas dinámicas de tu entorno. Pero tu sufrimiento tiene origen y causa, y no eres tú.
Este proyecto nació para dar nombre y voz a un problema que nos resuena a muchas. Porque cuando una se identifica con lo que lee, siente alivio, sostén, esperanza. Nació para divulgar conocimiento y recursos que hagan el camino más liviano. Pero nunca en la dirección de cargarte la responsabilidad de la causa del problema. Nació para comprendernos desde una perspectiva holística, explicar los sesgos sistémicos en la vida de cada una que pueden derivar en malestar psicológico.
En entornos laborales de competitividad y no cooperación; en familias con escasa comunicación emocional, violencia; en universidades donde crece la desmotivación, el burnout; en relaciones basadas en la cultura patriarcal, ¿cómo no vamos a dudar constantemente de nosotras, de nuestros talentos, nuestro trabajo?
Podemos pasar de victimismo a responsabilidad para reconocer un problema, buscar ayuda, recursos. Pero el contexto y las circunstancias son fundamentales para abordar cualquier problema. La mochila que lleva cada una es suya y es única.
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